Si darnos cuenta, este mes de diciembre practicamos muchas actividades culturales muy
propias de los colombianos, es más, de particularidades regionales
patrimoniales, ¡Buenísimo! Desde las mismas preparaciones gastronómicas como
los deliciosos ajiacos, los tamales, los amasijos y los postres con diferentes
orígenes “de la auténtica receta”, pasando por las grandes reuniones
familiares, ¡qué bonito! En donde el tiempo de no vernos muy seguido se vuelve
en risas, dichos tradicionales, picos y abrazos, reconciliaciones, oraciones,
la carta al niño Dios, el árbol caído por el hermoso gato, las luces que no
funcionan, aseo general de la casa, los
zapatos que tallan, la marquilla que pica en el cuello, el pantalón que no
cierra, barrigas llenas, corazones contentos, el guarapo echando burbujitas, el
pan fino, los amarillos, las doce uvas, las maletas llenas, la caída de la
señal, el ya no tengo minutos, se me corto la llamada, el ultimo vinito, la
soda para la indigestión, el nuevo almanaque, el corte de cabello, pajita en
boca, el sí y al no, inocentes, año viejos, se me olvido un regalo, la mesita en la calle, la sentada en el
andén, quedarse con el mandado, natilla y buñuelos, tarros de galletas, cenas
especiales, paseo de olla, la subida a Monserrate, regalos, baile, detalles a
los que lo necesitan y hasta compartir con los vecinos.
Un mes muy cultural, hace parte de nosotros, es la inmensa riqueza que
tenemos como familia y sé que se me quedan muchos más momentos hermosos,
bonitos e inolvidables, sígalos cultivando en los niños para que no se pierda
las buenas tradiciones, por eso desde estas líneas le deseo a cada uno de
ustedes mis más sinceros de deseos de prosperidad, acompañados por mucho Arte y
mucha Cultura en el 2018, agradeciéndoles por su compañía en este 2017, un
abrazo Cultural.