Es una simple acción que ayudará al planeta. |
Vemos insignificante botar un
papelito en cualquier parte; pero si son
más de cien personas haciendo lo mismo, empieza el problema, de hecho sucede a
diario en los diferentes parques principales, por ejemplo, en donde tienen que
barrer mínimo tres veces al día, a pesar de existir suficientes canecas, así
mismo se tapan las rejillas del desagüe, inundándose las calles y todo por un
papelito, claro, salen miles de excusas, “Jueque que jueque”; pero el hecho de
arrojar al piso ya nos muestra la falta
de educación, de amor propio, de un total desconocimiento de su compromiso como
ciudadano por respetar por donde ande, es increíble ver casos que superan todo
limite, vecinos arrojando sofás, neveras y estufas en mal estado en los
jardines públicos, acción rechazada desde todo punto de vista porque ya se está
aplicando con más rigor el comparendo ambiental y el código de Policía, tenemos
que tener un policía al lado o alguien que nos vigile o diga algo para
comportarnos normalmente bien, es preocupante esa falta de conciencia con la
responsabilidad que tenemos cada uno con el entorno, con el lugar en donde
convivimos, este acto tan sencillo que no exige gran conocimiento para hacerlo,
es simplemente sentido común, me
recuerda a mi querida madre que decía, así serán en la casa y sí, es cierto, el
que se acostumbra a estar arrojando basura, lo hace en cualquier parte, somos
seres de costumbres y si enseñamos a los más pequeños de la casa a cuidar a
mantener limpio, siempre serán así donde vayan, todo comienza la enseñanza o
el cambio por un papelito, rétese a corregir esta maña, decía mi abuela,
luchemos para que esto cambie y únase al combo de gente que quiere dejar un mundo
mejor que como lo encontró.