Si los niños vienen con un actuar diferente, ni hablar de los jóvenes y por supuesto desde una perspectiva positiva, lo que anima al cambio en esta sociedad, por lo tanto no todo está perdido, aunque no sea noticia o viral, es una realidad el empoderamiento de nuestra juventud en temas como la economía, los conflictos sociales, la educación, lo ambiental, el emprendimiento, la cultura y la política, siendo este último un desafío para las propuestas que se requieren en nuestras regiones, hace parte de esa transformación mental y de opinión frente a esas realidades sociales con cada uno de los compromisos, sean institucionales o de cargo por elección popular, esa interesante dinámica juvenil ya se palpa en los colegios y mucho más fuerte en las universidades, quizás esa frase de Jaime Garzón caló de alguna manera “Si ustedes jóvenes no asumen la dirección del país, nadie va a venir a salvárselo. ¡Nadie!”.
Por lo tanto las políticas deben estar dirigidas a cubrir esas necesidades de desarrollo que los mismos jóvenes exigen, especialmente en Cultura, Educación y el manejo ambiental, -es una evolución más dentro del nuevo liderazgo-, pero aún más exigente, sustentado con unos análisis administrativos hechos por adolescentes que motivan y comprometen a quienes estamos abriendo esas puertas a las posibilidades de concretar hechos reales a favor de la comunidad en general desde un compromiso democrático, lo que significa que ya no es uno, ni dos sino varios grupos que ya están determinando y exigiendo en su territorio un discurso que realmente convenza y los identifique en sus perspectivas, tal como ven el mundo actual.
Esos cambios generacionales incomodan sustancialmente a los mismos de siempre, a la corrupción, a la deditocracia y a la improvisación, de igual manera la sociedad en general reclama resultados con sus impuestos, pide transparencia en los procesos administrativos, por lo tanto, la conciencia de la gente está entre el inconformismo de la injusticia social y el comodismo a que eso funciona así, definitivamente la juventud despertó con su compromiso social.